El presupuesto de Labour protegerá los beneficios para pensionistas tras controversia por recortes
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El presupuesto de Labour protegerá los beneficios para pensionistas tras controversia por recortes

El primer ministro del Reino Unido, Sir Keir Starmer, se encuentra bajo intensa presión después de la polémica decisión de eliminar los pagos de combustible de invierno para millones de pensionistas. Esta medida, que afectará a alrededor de 10 millones de personas mayores, ha generado duras críticas hacia el Gobierno de Labour, que ha sido acusado de “atacar” a uno de los grupos más vulnerables de la sociedad. Con la presentación del nuevo presupuesto la próxima semana, el primer ministro busca apaciguar el malestar protegiendo otros beneficios clave para los pensionistas.

El presupuesto, que será presentado el próximo miércoles en el Parlamento por la canciller del Exchequer, Rachel Reeves, promete garantizar que los pensionistas sigan recibiendo beneficios como las prescripciones médicas gratuitas y el transporte público gratuito, dos ayudas muy valoradas por las personas mayores. Según informes, el gobierno de Starmer busca aliviar las preocupaciones de que se puedan eliminar estos beneficios como parte de un plan de Labour para abordar el déficit del Tesoro.

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La eliminación del pago de combustible de invierno, una ayuda económica destinada a cubrir los costos de calefacción durante los meses más fríos, ha desatado una ola de protestas por parte de parlamentarios, activistas y los propios pensionistas. Los críticos han señalado que esta decisión podría afectar gravemente a quienes dependen de esta ayuda para mantenerse calientes durante el invierno, un gasto que, con el aumento de los precios de la energía, se ha convertido en una preocupación creciente para muchas personas mayores.

Ante este clima de descontento, Starmer ha tratado de tranquilizar a los pensionistas, afirmando que su gobierno está comprometido a proteger sus derechos. En declaraciones hechas mientras se dirigía a una cumbre de la Commonwealth en Samoa, el primer ministro aseguró que “no preveo eliminar ningún beneficio importante para los pensionistas”, y que se están tomando medidas para garantizar que las personas mayores estén “adecuadamente protegidas”.

El presupuesto del próximo miércoles será crucial para el gobierno de Starmer, ya que marcará el primer gran ejercicio fiscal del partido Labour desde que asumieron el poder después de 15 años fuera del gobierno. El propio primer ministro ha señalado que esta será la primera oportunidad para que Labour defina “la manera en que abordará la economía” en los próximos años. Según Starmer, el enfoque de su gobierno será garantizar que los ciudadanos comunes, aquellos que “trabajan para ganarse la vida y pueden tener algunos ahorros, pero que no pueden afrontar grandes gastos inesperados”, sean la prioridad en la toma de decisiones económicas.

A pesar de la controversia en torno a los recortes en los beneficios para los pensionistas, el gobierno de Labour también busca mantener su imagen como un aliado de los negocios. Rachel Reeves, la canciller del Exchequer, ha adelantado que el presupuesto será “sin complejos a favor de las empresas”, con el objetivo de fomentar el crecimiento económico a través de la inversión privada y la creación de empleo.

Un portavoz del primer ministro señaló que la política fiscal del gobierno de Labour estará centrada en “reparar las bases económicas del Reino Unido”, asegurando que el país esté en una “base muy estable” para poder afrontar los desafíos económicos venideros. Esta postura pro-empresa fue reforzada por los 63.000 millones de libras en inversiones que el Reino Unido aseguró durante la cumbre de inversión celebrada la semana pasada. Según Starmer, este es un claro indicio de que “los inversores tienen confianza en lo que estamos haciendo”, destacando que no hay “razón” para que los emprendedores abandonen el país debido a las políticas del nuevo gobierno.

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El gobierno de Labour enfrenta un escenario económico desafiante, con la presión de equilibrar el apoyo a los grupos vulnerables y la necesidad de atraer inversiones y reducir el déficit presupuestario. Los críticos han señalado que las decisiones de Starmer podrían alienar a una parte importante de la base electoral de Labour, especialmente a los votantes de mayor edad, que son un grupo demográfico clave.

A medida que se acerca la fecha de la presentación del presupuesto, la tensión en el ámbito político británico va en aumento. Las propuestas que Reeves revelará la próxima semana serán observadas de cerca tanto por los sectores empresariales como por los votantes comunes, quienes esperan ver si las promesas de Labour de reconstruir la economía británica podrán cumplirse sin afectar de manera significativa a los más vulnerables.

El presupuesto será un momento decisivo para Starmer y su gobierno, que deberán equilibrar las demandas de protección social con la necesidad de impulsar el crecimiento económico y mantener la estabilidad financiera del país.