El mercado laboral en España ha alcanzado un nuevo récord con 21,8 millones de personas empleadas, según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicados este viernes. Durante el tercer trimestre del año, se crearon 138.300 puestos de trabajo, mientras que el desempleo disminuyó levemente en 1.200 personas, dejando el número total de desempleados en 2,75 millones, el nivel más bajo desde 2008, antes de la crisis financiera.
Este nuevo techo de empleo es el resultado de la creación de 376.600 empleos en el último año, con una tasa de crecimiento del 1,8%, ligeramente menor que el 2% registrado en el trimestre anterior. La tendencia se produce en un contexto de ampliación de la población activa, que también ha alcanzado un máximo histórico con 24,57 millones de personas dispuestas a trabajar, tras un incremento de 236.100 personas en los últimos doce meses.
El impulso al empleo este verano provino en gran medida del sector privado, que añadió 155.500 trabajadores para alcanzar un total de 18,3 millones de personas ocupadas en empresas. En cambio, el empleo público experimentó una reducción de 17.100 trabajadores en el tercer trimestre, con un total de 3.540.800 empleados en el sector.
El crecimiento del empleo ha sido más notable entre los hombres, que sumaron 114.800 nuevos trabajadores, mientras que el empleo femenino aumentó en 23.500 trabajadoras. Sin embargo, en el último año, el aumento fue mayor entre las mujeres, con 212.000 empleadas más (+2%) en comparación con el crecimiento de 164.600 hombres (+1,4%).
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El empleo también mostró un aumento entre los ciudadanos de nacionalidad española, con 65.300 trabajadores adicionales, y entre extranjeros, con 73.000 personas más empleadas. En el último año, el empleo entre los extranjeros ha registrado un notable crecimiento de 5,8%, con 180.800 trabajadores más, en comparación con el aumento del 1% entre los españoles, que sumaron 195.700 empleados.
Por sectores, el empleo creció especialmente en Servicios, con 152.700 nuevos trabajadores, e Industria, con un incremento de 23.400 empleados. La Construcción se mantuvo prácticamente estable, mientras que el sector Agrícola perdió 38.300 empleos. En particular, las actividades que experimentaron mayores aumentos de personal fueron el comercio, el transporte y el almacenamiento, así como los servicios de salud y sociales, que reforzaron su plantilla para cubrir las bajas por vacaciones. Por otro lado, el sector educativo fue el que más empleos perdió al finalizar el curso escolar.
Aunque la reducción del desempleo fue leve en comparación con años anteriores, el contexto de crecimiento de empleo ayudó a reducir la tasa de paro al 11,2%, siete centésimas menos que el trimestre anterior. La tasa de desempleo se ubicó en 10% para los hombres y en 12,5% para las mujeres, con una disminución significativa en el último año, especialmente entre las mujeres, cuyo desempleo bajó un 1,2%.
En el tercer trimestre, el incremento en la población activa fue menor que el registrado el verano pasado, cuando el aumento fue extraordinario. Este año, la población activa creció en 137.100 personas, menos de la mitad del aumento de más de 300.000 personas registrado en 2023.
La tasa de empleo temporal, que representa el porcentaje de personas con contratos temporales sobre el total de empleados, se sitúa en un 16,4%. Después de la gran reducción en el empleo temporal en 2022 debido a la reforma laboral, esta tendencia ha continuado aunque de forma más gradual. El verano pasado, la tasa era del 16,6%.
En el último trimestre, el número de empleados aumentó en 224.000 personas: los contratos fijos subieron en 102.700 mientras que los temporales crecieron en 121.300. Si se compara con el año anterior, el número de empleados fijos ha crecido en 524.200 (+3,5%), mientras que el número de trabajadores temporales se redujo en 108.900 (-3,4%).
Actualmente, el número de trabajadores con contrato indefinido ha alcanzado un máximo histórico, con 15,6 millones de personas bajo este tipo de contrato más estable y con mayores derechos laborales. La caída de los contratos temporales ha afectado especialmente a grupos laborales con menores salarios y alta precariedad, como los jóvenes. Tras la disminución de estos contratos en 2022, se ha producido un aumento considerable en los salarios de los empleados con salarios más bajos, según el análisis de microdatos de la Encuesta de Estructura Salarial.
La estabilización del mercado laboral, impulsada por la reducción de la temporalidad y el aumento de los contratos indefinidos, ha contribuido a mejorar las condiciones laborales de los trabajadores con menores ingresos. Con la aprobación de la reforma laboral en 2022, se implementaron medidas que limitan la temporalidad y favorecen la estabilidad en el empleo, lo que ha beneficiado especialmente a los sectores más vulnerables, como los jóvenes y aquellos en sectores de baja remuneración.
El nuevo récord de empleo y la caída de la tasa de temporalidad son señales de un mercado laboral más robusto y estable en España. Sin embargo, los desafíos persisten, con una tasa de desempleo aún elevada y diferencias de género en las tasas de actividad y contratación. La evolución de estos indicadores será clave para medir el impacto real de las reformas y las políticas laborales en los próximos trimestres.