El Ejército israelí asegura haber eliminado al que se consideraba el sucesor de Hassan Nasrallah en una operación que habría acabado con la vida de otros 25 dirigentes de la organización
Por Miguel Ángel Sánchez Redactor Jefe de Asuntos Internacionales
El Ejército israelí anunció este martes la muerte de Hashem Safieddine, figura clave de Hezbolá y considerado el probable sucesor de Hassan Nasrallah, en una operación militar llevada a cabo en el sur de Beirut. Según fuentes militares israelíes, el ataque aéreo también se saldó con la muerte de otros 25 altos cargos de la organización chií libanesa.
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La operación se produce en un momento de alta tensión en la región, apenas un mes después de la muerte del ex líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, que murió en circunstancias similares durante otro ataque aéreo israelí en septiembre. El Hezbolá no ha confirmado ni desmentido hasta el momento la muerte de Safieddine, considerado uno de los clérigos más influyentes dentro de la estructura de la organización.
El barrio del sur de Beirut donde supuestamente se encontraba Safieddine fue objeto de nuevos bombardeos el martes, uno de los cuales destruyó por completo un edificio que, según el ejército israelí, albergaba instalaciones de Hezbolá. Esta zona, considerada tradicionalmente un bastión del grupo chií, ha sido un objetivo frecuente de las operaciones militares israelíes en los últimos meses.
La escalada de tensiones en Líbano coincide con la reciente eliminación de Yahya Sinwar, un alto dirigente de Hamás y el arquitecto de los atentados del 7 de octubre en Israel que desencadenaron el actual conflicto en la Franja de Gaza. La muerte de Sinwar, anunciada la semana pasada, hizo surgir inicialmente esperanzas de un posible alto el fuego, aunque éstas se han desvanecido en los días posteriores.
La respuesta de Hezbolá a la muerte de Sinwar fue contundente, anunciando que su eliminación marcaba el inicio de una fase de “escalada” en el conflicto. Por su parte, Irán, principal apoyo de Hezbolá, calificó a Sinwar de “inspiración” y advirtió que su muerte sólo serviría para fortalecer la determinación de los grupos de resistencia.
El conflicto se desarrolla en múltiples frentes, con Israel continuando su incursión terrestre en el sur del Líbano mientras continúa con operaciones militares en el norte de Gaza. En esta última región, las organizaciones humanitarias han advertido de una inminente catástrofe humanitaria, señalando la crítica situación de la población civil.
Las operaciones militares israelíes en el sur del Líbano han logrado eliminar a numerosos altos comandantes de Hezbolá en los últimos meses, en lo que parece ser una estrategia deliberada para debilitar la estructura de liderazgo de la organización. Sin embargo, estos ataques también han provocado un aumento significativo de la tensión en la frontera entre Israel y el Líbano.
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La comunidad internacional observa con preocupación los acontecimientos, especialmente dado el riesgo de que el conflicto pueda extenderse más allá de sus fronteras actuales. La eliminación de figuras clave tanto de Hamás como de Hezbolá ha suscitado temores de una posible expansión regional del conflicto, en un momento en que los esfuerzos diplomáticos para alcanzar un alto el fuego no han dado los resultados esperados. Los recientes acontecimientos han provocado una intensificación de los combates en todos los frentes, mientras Israel mantiene su ofensiva tanto en Gaza como en el sur del Líbano, mientras que las organizaciones apoyadas por Irán muestran una determinación cada vez mayor en su enfrentamiento con el Estado judío. La situación humanitaria en la zona, especialmente en el norte de Gaza, sigue deteriorándose, según las organizaciones internacionales presentes sobre el terreno.
