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Baja menstrual: “La intención es buena” pero “es una falsa buena idea”, según la asociación Osez le féminisme

España se ha convertido en el primer país europeo en introducir el permiso menstrual. “Las consecuencias” de una ley de este tipo en Francia “podrían ser contraproducentes”, afirmó la portavoz de Osez le féminisme.

“La intención” del permiso menstrual “es buena”, pero “es una falsa buena idea”, explica Fabienne El Khoury. La portavoz de la asociación Osez le féminisme habló con franceinfo el viernes 17 de febrero sobre la decisión de España de introducir el permiso menstrual, que las mujeres podrán disfrutar en caso de reglas dolorosas. Esta votación es una primicia en Europa, pero aunque Fabienne El Khoury se “alegra de que se reconozcan estos dolores”, se trata de una iniciativa cuyas “consecuencias podrían ser contraproducentes”.

“De hecho, lo que dice esta ley es que es normal que algunas mujeres tengan dolores intensos y que la solución es quedarse en casa sin hacer nada”, afirma Fabienne El Khoury, “cuando sabemos que la mayoría de los dolores intensos se deben a una enfermedad subyacente”. Osez le féminisme teme que los esfuerzos de investigación médica sobre el dolor menstrual no se vean alentados por la creación del permiso menstrual.

La asociación añade un temor por la empleabilidad, “puede aumentar el riesgo de discriminación en la contratación”, pero también sobre las condiciones de vida en las empresas. “Pensamos que podría aumentar ciertos tipos de acoso”, mientras que “una de cada tres mujeres ya sufre acoso” en el trabajo, dice Fabienne El Khoury.

“Podemos encontrar otras soluciones para apoyarlas”.
Las mujeres entrevistadas por la socióloga Aline Boeuf suelen considerar el permiso menstrual como una “falsa buena idea”. “A menudo me decían que no la utilizarían por miedo a ser discriminadas”, explica la autora de Vivre son cycle menstruel dans le monde professionnel. Para la socióloga, la baja menstrual es una forma de “reconocer una realidad”, la del sufrimiento de algunas mujeres durante la regla. También puede ser “una oportunidad para que las que no se atrevían a consultar” a un médico “no normalicen el dolor”. Por último, el permiso menstrual ofrece un “marco global” para “defender este tipo de medidas en su empresa”.

Pero esta propuesta no es suficiente. “Podemos encontrar otras soluciones de apoyo, proyectos complementarios”, explica la socióloga. Según ella, hay que “proporcionar más información sobre la salud menstrual a lo largo de los años escolares” para que “la menstruación deje de ser un tabú”. El Estado también dispone de resortes financieros, desplegando presupuestos “para luchar contra la inseguridad menstrual”, por ejemplo. “No debemos contentarnos con símbolos”, advierte la socióloga.